Aquel 27 de Febrero (III): Las reflexiones
Mientras para todo el mundo, los sucesos de esos días eran una mezcla de pánico, asombro, morbo y "liberación" de las constantes tensiones económicas, para nosotros era quedarnos de la noche a la mañana en blanco y en incertidumbre...
Finalmente, y tras una movilización militar impresionante para sofocar las protestas; La calma regresó. Los días transcurrieron entre un toque de queda y la obligada permanencia en nuestras casas. Mi hermana cumplió años aquel 02 de Marzo y solitarios y con los vecinos, lo celebrábamos.
El negocio de la familia quedó semi destruido. Como dije anteriormente; Lo que aconteció fue más que saqueo, desorden y miseria alborotados. Lentamente lo arrearon mi padre y mi tío a la normalidad, amparados en la vasta experiencia y el apoyo crediticio de las empresas que los surtían para que se restablecieran. Fue relativamente rápido.
Como una de las muchas anécdotas lamentables, nunca olvido que mi padre comentó la sensación de rabia e impotencia indescriptibles, cuando algunas personas iban a "revender" la misma mercancía que habían sustraído; incluso con las etiquetas pertenecientes a la procedencia del negocio. Y más adelante, sabías que algún cliente "consecuente" participó en aquella barbarie.
No olvido nunca la frase célebre del entonces recién estrenado segundo presidente de Venezuela (CAP): "Esto fue una lucha de pobres contra ricos" así escurriendo responsabilidad alguna de que las medidas económicas recién lanzadas tuvieran algo que ver.
Sin embargo; Con el pasar de los años, uno puede entender ciertas cosas. Uno puede encontrar respuestas. El hoy presidente nos ha repetido hasta el cansancio "su influencia" desde los cuarteles en estos sucesos que dejaron una cantidad indeterminadas de muertes y pérdidas económicas. También vuelvo sobre mis palabras cuando mi amigo en la Universidad me vaticinó o me quiso advertir sobre lo que se venía... Si él lo sabía y si el mencionado dirigente actual del país dice que tuvo influencia, ello no admite más vueltas: Fue algo diabólicamente planificado y que luego recibió la fuerza espontánea de las masas iracundas, irracionales y arrastradas a cometer barbaries.
Hoy día estamos muchísimo peor y esas mismas masas se han multiplicado. Los destrozos nunca fueron para calmar "el hambre" que se buscó entre populacheros para justificar lo acontecido. Es que sencillamente, sigue ocurriendo una gran verdad: Cada país tiene el gobierno que se merece. Así que nos duela...
Salu2
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