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Rubenvirtual... Bitácoras del pensamiento

El numerito…

El numerito…

Es increíble pero absolutamente real: Hacemos cola por todo y para todo. Perdemos valioso tiempo, se nos va la vida, nos ofuscamos y mas aun; ponderamos el grado de desarrollo de una sociedad muy poco dada a respetar una fila, una cola, un turno ¿En cuanto ayuda la tecnología y la informática-electrónica en todo esto? Observen mi experiencia… 

Hace unos 15 días, me encontraba llegando a una de las empresas de seguros para las que intermedio. En dicha empresa como en muchos otros lugares del área financiera y de servicios públicos y privados en general, está vigente el sistema de numeración por llamado. La cosa es así: Usted toma un número que se ajuste a la operación que va a realizar y espera cómodamente su turno hasta que lo llaman. 

Hago tal misión y me doy cuenta que tengo como 50 personas por delante. Entonces me digo a mis adentros “también tengo que ir al banco” pues pese a que la “extranet” de la entidad BANESCO es realmente muy útil y explícito para quienes sabemos un poco de Internet y simplificamos nuestra vida, mas tarde que temprano igual hay que hacer la temida visita a la entidad que tiene nuestro dinero por X o Y circunstancia... 

Al llegar frente al famoso sistema de números (Que a veces tiene a una chica sentada y otras va directo al público) tienes que elegir entre el número de “cliente” pasando tu tarjeta de débito o crédito por la ranura antes de pisar el botón. Sino; Te sale tomar el numero de “Raymundo y todo el mundo” para operaciones de taquilla. 

No lo voy a hacer largo: Tomé ambos. Aproveché la ausencia de la chica que generalmente “evita” que uno haga esto de tener dos oportunidades (No tengo en claro de un todo el porqué, pero se supone es cuestión de equitatividad) Y comienzo a esperar. Pongan ustedes, que para el número “PREFERENCIAL” (Ese donde se supone eres valorado por el banco como un cliente que tiene cierta PREFERENCIA) faltaban 25 números delante y para el “Masivo” unos 75. Lo lógico, es que llegue el preferente ¿Cierto? 

Comienzan a pasar los minutos. 10, 15, 20… me desespero –cosa rara- y me digo ¡Pero falta un coñazo de números! Entonces regreso al seguro. Lamentablemente, el que había tomado ya había pasado. Nuevamente sigo haciendo “ejercicio” y cruzo la calle con escaleras incluidas para regresar al banco. Apenas se ha movida la numeración pero observo que la diferencia entre ambas numeraciones de turnos se ha acortado notablemente. El que corresponde a “clientes” ¡No se mueve hace rato! Y en él están dos personas que tienen largo rato resolviendo alguna cuestión. 

Casi 40 minutos más tarde, la situación es insoportable. El numero cliente no se mueve y el “Masivo” lo hace a paso de morrocoy pero sigue alcanzando al que tengo como “preferente”. Vaya. El banco que se tilda de “innovación financiera” “señal Banesco donde estés” compromete seriamente su promesa de que la tecnología está para SIMPLIFICARLO todo. 

El “Q MATIC” (Así se llama el sistema de la empresa española que lo ha diseminado por todos lados) pone no solo mis nervios a prueba conforme capto que la tarde se me diluye con 1000 cosas que hacer. Dos personas comienzan a levantar la voz con igual exaspero y me dirijo a un cajero. De inmediato; El bloqueo: “Señor es un sistema automático, si quiere hable con la supervisora” busco a la fulana supervisora, una mujer morena de risa persistente que habla con mucha tranquilidad junto a otro tipo cercano como si no pasa nada. Finalmente,  casi a coro; Tres personas le increpamos la situación y ella sin despejar su mórbida risa hace un ademán como de ¡SORPRESA! ¿EN SERIO QUE NO SE MUEVE EL NÚMERO? Y para terminarnos de enervar, hace un comentario a un compañero de trabajo. Esos muchachos, TSU en cualquier cosa, se mofan del enorme tiempo pasado, y ella se retira musitando sin ningún estrés que “va a ver que sucede”

Llegamos a la hora y… nada. El turno no sale y ¡EL NÚMERO MASIVO DESPLAZA AL DEL CLIENTE!

Saco una cuenta y me doy cuenta que podría pasar hasta 30minutos en el mejor de los casos. Me retiro ofuscado a realizar el otro tipo de diligencias al seguro y en la noche llego a casa y escribo un Email al banco para que no aleguen que “No se comunican”. Obviamente, no existe respuesta alguna. 

No es culpa de Banesco, tampoco del Q MATIC que fue inventado para solucionar, tampoco mía que tomé 2 números. Es la inercia del venezolano, de la sociedad, del mundo, que no nos permite entender que podemos solucionar todo sin dejadez, anarquía e inercia. Es culpa también de este mundo que hemos fabricado lleno de desorden, de prioridades necias, de tecnología inconclusa o de seres humanos que nos resistimos a aceptar el orden de las cosas.  Con ello, nos garantizamos una muerte prematura aunque drástico suene… 

Salu2

1 comentario

Mariale diavagando -

Bueno Rub, debo decirte que de las cosas que más detesto en el mundo (y mira que son muchas), una de las primeras es ir a los bancos!

Tengo la misma costumbre que tú: tomar ambos números.

Esto lo hago desde que hace unos 3 años abrí una cuenta en el Banco de Venezuela (no me gusta, me manejo con Mercantil y Banesco, pero me ofrecieron una cuenta corriente que no cobraba comisiones y acepté); la primera vez que fui a hacer un depósito fue como una semana después. Pasé mi tarjeta y tomé mi número "preferencial"; y un muchacho que vino inmediatamente después tomó uno de los masivos.

Cuando nos fuimos a sentar, el chico me dijo que estaba apurado y me pidió por favor que hiciera su depósito cuando me llamarán; yo accedí.

Pues bien, esperamos casi 2 horas y ÉL terminó haciendo su depósito y el mío, porque lo llamaron primero!!!