No todo es tan malo: MRW

Hace menos de tres semanas, mis dos úlceras hacían hervir mi sistema digestivo cuando en MRW de los Palos Grandes (Centro plaza) una de las chicas del mostrador, se daba la bomba de no atender gente “porque estaba en su hora de almuerzo” ante una larga hilera de clientes que toleraban la lerda evolución de atención de cada cliente.
Recuerdo, que otras semanas anteriores, no me atendieron a cinco minutos de la hora de cierre porque ya “estaban apagando todo” (Una de las muchas actitudes que empleados asumen en contra de sus patronos, clientes y en contra de sí mismos, desde que el resentimiento se enquistó en sus vidas hace 10 años aproximadamente)
Entonces, me había propuesto no enviar ni recibir un “fucking” coño con esta gente. Suelo ser muy duro y dar pocas oportunidades a mediocres. Es la manera que conozco en premiar o ajusticiar el buen o mal servicio.
Pero quizás como mensaje universal, una anécdota me hizo, no digamos cambiar mi punto de vista sino evitar la generalización de opiniones.
Resulta, que le hice la “Gestión” a mi mamá de adquirir un teléfono vía mercado libre en Valencia. El capricho por dicho aparatico celular, me llevó a hacer dicha compra, sin conocer al vendedor y confiarme en sus datos estadísticos de ventas satisfactorias, etc.
Hago el depósito y el vendedor acuerda el envío a un MRW cercano a la casa de mi madre.
Primer día de espera. Confusión. El pedido no ha llegado.
Segundo día. Igual.
Escribo al vendedor pidiendo número de cupón o referencia. Tarda en responder. Escalofrío ¿Me habrán estafado?
Se confirma el envío. Tercer día. MRW confirma en una “mesa de recepción” (Como ellos llaman a pequeños cubículos afines y cercanos por escasas cuadras o calles a una agencia más grande) que el pedido llegó. Mi mamá caminó tres veces de la mencionada “mesa” a la agencia principal y una responsabilizaba a la otra.
Molestia, confusión y preocupación.
La agencia principal, confirma que el paquete ha sido “extraviado”
¿Extraviado?
Sí. Está perdido.
Voy a sintetizar: En el curso de esas horas, MRW “admite” que el paquete llegó y –al tiempo- se extravió cuando era trasladado al cruzar una avenida a la “mesa de recepción”
Algo siempre bueno fue que admitieran tal circunstancia. Sin embargo; Rápidamente salió lo siguiente: “MRW no transporta envíos (En una hojita con un largo etcétera) que incluyan cosas como un teléfono celular”
Allí pensé que nuevamente, viviría una tórrida historia de irresponsabilidad, desentendimiento y alergia a la ética. En un principio tenía razones a pensar en ello. Luego; Vino la insinuación de que en estos casos –y haciendo la excepción- (¡!) “MRW indemniza con un baremo entre el 30 a un 60%”
Mientras, el “vendedor” hizo su parte. Me facilitó pruebas, armé mi expediente y expuse mi punto de vista. Pese al disgusto circundante con mi mamá, me había planteado ir lejos: Asistir al vomitivo INDEPABIS o hacer pública tamaña afrenta: Se pierde explícitamente una mercancía, demuestro con integridad las pruebas de mi pago por el envío y finalmente… recibo una indemnización truncada.
No fue así. Tras una calmada reunión con el franquiciado de MRW responsable de la agencia, una semana más tarde tengo la indemnización 100%.
Es una tristeza, que un infeliz asalariado que bien pudiera manejar una moto y ganar 3 palos mensuales con su liquidación en el trabajo, ahora confronte problemas por querer apropiarse de lo que no le corresponde. Y es una alegría que entre tanta desazón circundante, recibas un atisbo de esperanza. No todo es tan malo. No todo está perdido. Aun es posible.
Salu2
6 comentarios
VFDY -
jose garizabalo -
Samuel Vitriago -
Gollo -
williams -
Mariale divagando -
Yo particularmente detesto con todas mis fuerzas a MRW!