4:40am
Hasta que eran las 4:39am y ya cercanos al amanecer de este 04 de Mayo del 2009, todos éramos lo de siempre. Seres mortales comunes y corrientes, chavistas u opositores, caraquistas y magallaneros, hombres y mujeres, niños… estudiantes, trabajadores, desempleados, empresarios, holgazanes. En realidad, hace poco tiempo habría sido las 5:09am pero ya sabemos el artificio del “retraso del huso horario”
No es increíble afirmar que una larga mayoría dormía. Pero una minoría que seguro ha crecido en los últimos años no. Es gente que se despierta muy temprano porque hay que salir de una ciudad dormitorio o sino no llegas. O porque preferiste estudiar con tus neuronas frescas, o también hay que preparas la ropa, la comida del niño, etc.
Todos estábamos en lo casi igual. Incluso los miles de indigentes que caminan por nuestras ciudades. Pero a las 4.40am todo cambiaría bruscamente. La mayoría se despertó sobresaltada, otros fueron despertados en igual término. Algunos no daban crédito a lo que ocurría tras la atenta mirada al computador. Paredes moviéndose, ventanas traqueteando, un estruendo bajo tierra, luces que se encendían apresuradamente, algunos gritos, y demás objetos en movimientos. Fueron varios segundo ¿10, 20? Luego la calma, la zozobra, correr por escaleras, ir al “Facebook” prender el Blackberry, llamar a tu hija, tu mamá o quién fuese.
La precaria noción del hombre sobre la geología, sobre lo interno de la tierra, sobre predecir movimientos telúricos nos deja desde la edad de piedra hasta hoy día en la misma situación: No sabes cuando llegará, cuanto durará, qué te tocará y cuanto resistiremos. Son usualmente pocos segundos en donde te das cuenta que no somos nada más allá de nuestras luchas estériles y las preocupaciones por naderías cotidianas. En el mejor de los casos, dormirás impresionado por varias noches, escucharás 1000 versiones de tus amigos y te darás cuenta de que ciertas cosas sí se movieron, se inclinaron o dejaron su huella de lo que pasó. Este reloj pendular de la foto, es mudo testigo de ello. En la escala de “Mercalli” se describe claramente la magnitud de lo que ocurrió y que felizmente sólo ha dejado 18 réplicas. ¡Nada más!
Y mientras, atónitos vemos como es mejor multar a un canal privado ciertamente estruendoso, pero al menos “existente” por atentar contra la ¿Tranquilidad? De la población que muda, no observaba un comunicado oficial del ente obligado a ello.
Para la consideración, queda la predicción parcial hecha por Giampaolo Giuliani en la zona de “L Águila” cuando hace poco más de un mes, un terremoto también de madrugada asoló con muerte y destrucción dicha zona en Italia. Fundamentado en las emanaciones de gas “radón” este señor no es tomado en serio cómo en general nadie parece abocarse en serio y disponer de recursos para dar con estos movimientos. Pero sí podemos rastrear huracanes, y desarrollar armas biológicas contra nuestros grandes enemigos: Nosotros mismos.
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